domingo, 27 de septiembre de 2009

¡Qué cosas!

Pues gozando de la paz del hogar (mi señora está de visita en casa de "mamá"),estirado,que no sentado, en el sofá,rodeado de papas,cacahuetes y demás frusilerías comestibles,propias de soltero o de casado en vacaciones,cual es mi situación y en plena práctica de mi deporte favorito,observaba, desde la distancia del aburrido,el partido de fútbol que ofrecían en la tele.
Nada del otro mundo.Más bien vulgar y cotidiano.
Viendo que ni los defensores sabían defender,ni los atacantes lo hacían con cierto orden,opté por llegarme hasta la nevera y trasegarme otra lata de cerveza.De vuelta a mi acomodo, la subida automática del volumen del televisor me advirtió de que tocaban los interminables minutos de anuncios de la media parte.
Los conté.No todos,sólo los de dos tipos.
Dos que prometen acabar con la "disfunción eréctil" (impotencia en cristiano) y darte confianza;uno que te cura de la eyaculación precoz (supongo que a otro grupo,que si no, van dados),pero no te dan nada y tres de compresas para "las pérdidas leves de orina",regalando muestras a petición.
Pais.
Pues si los tipos de la publicidad se saben de memoria a cuántos les falla el muelle,a cuántos otros la cosa les funciona como a los conejos (en rapidez,no en cantidad de actos) y cuantas señoras vuelven a los pañales y,todavía más,se saben al dedillo en qué segmentos de edad se concentra el "target" (ridículos!) y quién ve fútbol en este pais y a qué hora...
...la conclusión es aterradora.
Ya está clara la causa de la poca natalidad.Gatillazos por un lado y corrimientos conejiles por otro,no dan materia prima atractiva para la coyunda.
Así pues,no me extraña tanta publicidad para las pérdidas de orina de las señoras.Su situación es...para mearse.

domingo, 20 de septiembre de 2009

YO


Me presento.
Nací no feo,apacible y bonachón.A tan exigüo bagaje,debo añadir que curioso y con algunas habilidades,aunque ninguna para las bellas artes.También rebelde,dando los primeros síntomas,según mi paciente madre,al no mostrar interés alguno por hablar hasta cumplidos los dos años.
Mi infancia fue totalmente impersonal,pues siempre fui "el hermano de",ya que,siendo el segundo de tres,no me cupo la suerte de ser ni dicharachero como el mayor,ni tan travieso como el menor.,siendo ambos dos quienes gozaron de popularidad,quedando yo a la sombra.Aún ahora sigo en esas,pues después de haber sido "el hermano de" pasé a ser "el novio de",para convertirme en "el marido de " y,actualmente, "el padre de".
Afortunadamente no mermó esta circunstancia mi autoestima,que como la vergüenza,conservo en su totalidad.La primera por haber decidido muy joven vivir fuera de casa y precisar de toda ella y la segunda porque jamás la he usado.
Estudié en Sevilla la carrera.De dia.Las noches las malgasté empeñado en la inútil tarea de aprender a pintar,pues como ya dije,carezco de nacimiento de habilidad alguna para ello.Pero la quietud de la noche me permitió conocerme,mostrándome mis debilidades y mis pocas fortalezas (vamos un análisis DAFO de los de ahora,versión introspección) y ya que no me descubrí simpático,me hice zalamero.
Siendo pacífico y cobarde ante la violencia,me apliqué el lema del escudo de armas de los que compartieron mi apellido hace unos pocos siglos,"el que vence sin sangre".Ni que decir tiene que me vino como anillo al dedo,pues para no usar la vergüenza por mi cobardía,troqué ésta en virtud,siguiendo al pie de la letra el enunciado del lema.Y cierto es que no me ha ido mal,aunque para cumplir con el otro lema familiar,"defensor de las doncellas",no he dispuesto de otra espada que mi cerebro,amueblado en un rastrillo,y mis puños,de una dureza sin igual,rayana en la de la mantequilla tibia,de tal suerte que mis "victorias" las puedo contar por cicatrices,ya que llegué,no sin esfuerzo, a subcampeón del mundo en quedar segundo en todas mis peleas.
Finalmente me casé,cómo no,con mi novia de toda la vida,siendo la anécdota más recordada por mi familia propia y la adquirida ese día,el haber hecho esperar a la novia a la puerta de la iglesia ,por haber decidido poco antes de la hora anunciada,el comprar una cámara fotográfica,lo que me entretuvo más de lo debido para la ocasión.
Y hasta aquí hemos llegado,con un par o tres cambios de domicilio y lugar y unas cuantas veces más de empresa.Incluso llegué a semifinales de empresarios arruinados,pues lo estuve al menos en tres ocasiones.
Ahora no tengo más tiempo que cuando mis hijos,dos,eran niños,pero tampoco tengo menos inquietudes,de suerte que empujado por ESENCIA DE NEBULOSA (un beso),comienzo este blog para alternar en mis amadas noches con mis fotos, auténtica pasión en mi vida.
Bienvenido a quien me lea y perdone mis despropósitos.